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letraspinceladas

Informe sobre la tortura.

Procesando... la verdad, yo hasta hace un tiempo era más bien apática respecto de temas sociales y políticos contingentes, me miraba mucho el ombligo, tal vez. Lo bueno es que nunca es tarde para enmendar errores, y frente a lo que estamos viviendo como país, me parece bien que por fin se estén comentando estas cosas como lo que fueron: una realidad que hay que asumir, no olvidar, y muy especialmente y como tanto se ha dicho, "para que nunca más"...
Para el plebiscito de 1988 yo estaba en octavo básico, y en mi familia el tema no se discutía mayormente, o con un sesgo muy marcado, por parte de mi madre, de derecha y basado en el temor de que Chile viviera una nueva UP... por el entorno familiar precisamente, que pucha que marca, y por ser yo un niñita matea que vivía su realidad escolar-semi-infantil, observé y callé. Más adelante leí "Los Zarpazos del Puma", trabajo de Patricia Verdugo que describía operaciones militares y torturas del gobierno de "Daniel López"... no caché mucho (no me juzguen, por favor, mi despertar vino después); años más tarde leí "Casa Vacía", de Carlos Cerda, novela que relataba la historia de torturados en una casa de Ñuñoa (basado en datos reales) y quedé un poco marcando ocupado. Y finalmente, comencé a prestar más atención a mi alrededor.
Yo mantengo una posición desapasionada sobre los temas, de observadora... pondero mucho las cosas, suelo tratar de analizar ambas caras de la moneda... y por lo mismo igual valoro los pasos que poco a poco se han ido dando. Escucho los últimos minutos de "A Colación", Villouta está enfurecido, que por qué no se hizo esto antes, por qué la prensa en democracia no destapó la realidad si ya se podía, que el Poder Judicial fue absolutamente manejado, que en las Fuerzas Armadas siguen los torturadores en las sombras, que esto es sólo un gesto, que pasará lo mismo que con la Mesa de Diálogo... le hacen falta paños fríos... no sé. Villouta quiere cambios altiro, right now; sabemos que eso no es posible, las grandes obras tardan en concretarse.
En lo personal, como Nadia González, mujer que por ahora observa y en algún momento participará más activamente en sociedad y no sólo con su voto, como quien no existía en 1973, como quien no tuvo parientes o seres queridos detenidos, torturados o muertos, estoy profundamente conmovida al atisbar la magnitud de lo ocurrido, quedará indudablemente en mi memoria como una lección histórica, y pretendo nada más ni nada menos que trabajar porque mi entorno personal, familiar, comunal, nacional, y sí, mundial, sea mejor de lo que fue y de lo que es.

3 comentarios

Joe el Misterioso -

yo no hablo mucho de todo éso, habiendo escogido el exilio definitivo y desde hace 26 años ya, pero estuve preso una semana por alla en La Serena.

Lo peor es que se sabia que se torturaba la gente, pero nadie decia nada, por miedo a la represion, y de todas maneras la prensa estaba controlada por la junta...

petra -

Uf Nadia, ese dolor no es para nadie, nunca más.
Me amanecí anoche reconociendo familiares y amigos que están en esa nómina del informe.
La verdad sanará las heridas. Más vale tarde que nunca.
Cariños. P.

Roberto -

Qué tema Nadia, qué tema complejo. A mí me tocó de cerca, con profes, con dos amigos, con un cuñado. Nada puede remediar eso en lo personal, nada, ni plata, ni venganzas, ni perdones. Tal vez la historia se encargue de la cosa macro, los perdones nacionales, las condenas, las sentencias y todo eso. Pero la cosa personal, el dolor, la falta, los porqué, uf, quedan para siempre.