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letraspinceladas

Aún estoy viva.

Cuando creo que me he dejado llevar por el tráfago de lo cotidiano, cuando suelto una lágrima o pateo una piedra por mis pequeños-grandes problemas, cuando estoy mirándome el ombligo más que nunca, las noticias se encargan de mostrarme que:

- Hace unos días, en mi comuna, una joven de 26 años fue asesinada por quienes le robaron el dinero que portaba para pagar unos sueldos.
- En nuestro país han aumentado considerablemente los robos con violencia en los hogares.
- El acto cultural organizado por la CUT para el Día del Trabajador terminó empañado por violentos actos encabezados por “Los Sospechosos de Siempre”.

Y ayer, de vuelta a casa, pasé frente al Metro San Joaquín, donde hace pocos minutos habían asaltado un camión Prosegur, hubo una balacera, y un herido grave.

¿Y qué me ocurre?: me asombra, me duele, hasta me da rabia (aunque poco saco con ello), y concluyo: mientras no me sea indiferente, aún estoy viva.

Esto me hace recordar una canción que me gusta mucho, de León Gieco:

Sólo le pido a Dios
Que el dolor no me sea indiferente,
Que la reseca Muerta no me encuentre
Vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente,
Que no me abofeteen la otra mejilla
Después que una garra me araño esta suerte.

Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente,
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a Dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos,
Que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

Sólo le pido a Dios
Que el futuro no me sea indiferente,
Desahuciado está el que tiene que marchar
A vivir una cultura diferente.

2 comentarios

Hans - El Ratón de Biblioteca -

Concuerdo con Master Doc, en el sentido de que es papel del la autoridad hacer algo, pero cuanto a definir políticas y aplicarlas. Ahora, el trabajo hormiga no lo substituye. Al contrario, ese es realmente fraternal, ya que es personal. Y no hay que olvidar que somos todos hermanos. Besos Nadia!! Buen posteo.

doc savage jr. -

Creo que la violencia se manifiesta en un grupo humano que ha perdido (o está perdiendo) algo esencial - y eso esencial es el respeto por el camino.
El amor al final.
El desmedido amor por el final. El exitismo.

Y ese mensaje nefasto proviene de las autoridades, de la media en el contorno, de esa inmensa sopa cazuela que nos cuece día a día. Pero el que puede hacer algo, el único que en realidad puede hacer algo es la Autoridad, el gobierno político, la dirigencia intelectual del país, sociedad o grupo humano. Elos deben marcar la pauta y el ritmo ¿Lo están haciendo?

Los seres humanos valen por lo que aportan a una comunidad - es cierto que hay derechos humanos innatos, pero eso no basta, nadie está aquí de regalo - hay que ganarse un lugar en la sociedad... en base a HACER cosas concretas y valederas.

ESO es lo que debe tomarse en cuenta para que una persona sea valorada en una sociedad. Ese es el camino. Eso es lo que importa. El camino del trabajo diario, callado, de hormiga.

Cuando una sociedad pierde respeto por eso, y se encandila con las cuentas corrientes, las luces, los puestos llamativos... está empezando su camino de autodestrucción. El primer síntoma: la violencia.

Buen tema, Nadia. Complicado, pero bueno. Lo que haces notar aquí es el síntoma. Nosotros, los ciudadanos de a pie - sólo podemos dar ejemplo con nuestras vidas... qué más.

Nos vemos!