Juglares modernos.
A última hora... cumplo con lo que siento es mi obligación moral: quiero recomendarles un encuentro de cuentacuentos chilenos y extranjeros, entre los días 5 y 10 de octubre. Información aquí
"Para saber y contar:"
Los cuentacuentos son en verdad juglares modernos... quienes mantienen viva la narración oral, ¿recuerdan? los cuentos que nos hacían dormir, las historias de los abuelos, cuentos de terror en campamentos o pijamas party, leyendas rurales y urbanas, y mucho, mucho más... La atmósfera que crea un buen narrador es envolvente, y sólo con sus palabras y gestualidad nos transporta a otros mundos. Les contaré que, como siempre he tenido inclinaciones literarias, me atreví hace un par de años y asistí a dos talleres de narración oral; aprendí mucho, pero pude haber sacado más provecho de todo ello... en fin, tendré otra oportunidad, y además, solían - y suelen - asaltarme las típicas inseguridades (que otros lo hacen mejor que yo, y yada-yada) que me han impedido "tirarme a la piscina", vale decir, contar y/o escribir de verdad...
Existe en Santiago un circuito de cuenteros -colectivos con nombre propio y estilos diversos- que se presentan, entre otros lugares, en La Tasca Mediterránea ("Había una vez... truz") de Bellavista, El Papalote (Grupo "El Zaguán"), en el barrio Suecia, y La Casa en el Aire, también en Bellavista; en regiones también se mueve la cosa. A nivel internacional, España, Argentina, México y Venezuela nos dan cátedra.
Los invito a sumergirse, o al menos chapotear, con los oídos y ojos bien abiertos, en las historias de estos juglares.
"Y colorín colorado, este cuento se ha terminado" (shhh...)
"Para saber y contar:"
Los cuentacuentos son en verdad juglares modernos... quienes mantienen viva la narración oral, ¿recuerdan? los cuentos que nos hacían dormir, las historias de los abuelos, cuentos de terror en campamentos o pijamas party, leyendas rurales y urbanas, y mucho, mucho más... La atmósfera que crea un buen narrador es envolvente, y sólo con sus palabras y gestualidad nos transporta a otros mundos. Les contaré que, como siempre he tenido inclinaciones literarias, me atreví hace un par de años y asistí a dos talleres de narración oral; aprendí mucho, pero pude haber sacado más provecho de todo ello... en fin, tendré otra oportunidad, y además, solían - y suelen - asaltarme las típicas inseguridades (que otros lo hacen mejor que yo, y yada-yada) que me han impedido "tirarme a la piscina", vale decir, contar y/o escribir de verdad...
Existe en Santiago un circuito de cuenteros -colectivos con nombre propio y estilos diversos- que se presentan, entre otros lugares, en La Tasca Mediterránea ("Había una vez... truz") de Bellavista, El Papalote (Grupo "El Zaguán"), en el barrio Suecia, y La Casa en el Aire, también en Bellavista; en regiones también se mueve la cosa. A nivel internacional, España, Argentina, México y Venezuela nos dan cátedra.
Los invito a sumergirse, o al menos chapotear, con los oídos y ojos bien abiertos, en las historias de estos juglares.
"Y colorín colorado, este cuento se ha terminado" (shhh...)
2 comentarios
Roberto -
konus -
Yo sólo cuenteo a las chiquillas.. jejej
~Abrazos