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letraspinceladas

Cuánto me haces falta...

Cuánto me haces falta... Ducha, baño, privacidad. 5 días llevamos sin baño, porque es una remodelación, más que un mero arreglo; 2 de esos días se perdieron enteramente, por un más que lamentable descuido del maestro y su equipo de trabajo. Sí, es la ducha lo que me hace falta, el W.C está habilitado... esto reafirma cuánto más uno valora las cosas cuando no las tiene. Y actualmente lo que es parte de nuestra vida cotidiana: el baño, el agua, el gas, la electricidad, no lo valoramos hasta que algo ocurre, y suele quedar la escoba frente al corte o la escasez.

Los romanos tenían su sistema de baños públicos, enormes tinas y saunas comunitarios... ¿se imaginan algo así hoy?
Ah, me desquitaré probando la tina de hidromasaje apenas sea estrenada.

4 comentarios

Kika -

Hey hey, ¿y cómo se siente ahora el baño? ¿Te has quedado en la tina cinco horas, hasta que tus dedos se arrugaron y tu piel olía a jabón y a mil hierbas?
Besos, Kika

Vero -

mmm, a mi también me entro un poquitin de envidia
(es que ando muy envidiosa ultimamente... y no siquiera tengo tina, jeje)
abrazos
Vero

petra -

uuuhh... hidromasaje!! sales aromáticas, luz suave, una copa de baileys y el mundo parecerá hecho a tu medida... Je.

Cariños. P.

Hans - El Ratón de Biblioteca -

Es necesario privarse de vez en cuando, para valorar lo que tenemos. Pero en el caso del baño no admito privaciones. Es FUNDAMENTAL!

Un abrazo,

Hans - El Ratón de Biblioteca