"Somos una semilla...
... y yo he plantado como catorce", eso dijo el Tío Miguel a la hora de once (o "las onces").
Recorriendo la Plaza de Armas de Temuco, que desde hace algunos días exhibe una muestra de artesanía local, nacional e internacional, nos encontramos con que una calle tenía el tránsito cerrado, debido a que se presentaba un espectáculo de música, baile y juegos organizado por un Comité de Seguridad de EFE (Ferrocarriles del Estado), el típico evento con batucada, zanquistas, mimos, etc., que yo hubiese pasado por alto (me interesan más las artesanías), si mi papá no hubiese visto a un viejito discurseando en el escenario sobre la importancia del tren. Ese viejito era ni más ni menos que el Tío Miguel.
Fue vendedor viajero, de ahí su experiencia como pasajero de trenes y buses. En la actualidad tiene 91 años, está perfectamente lúcido, usa celular (nunca había visto un anciano tan moderno) y pertenece a 12 organizaciones comunitarias. Qué tal. Ah, y como los marinos, tuvo en cada pueblo un amor. La hermana mayor ya fallecida de mi abuela estuvo casada con este caballero; ambos tuvieron cuatro hijos... el resto, otras semillas plantadas y debidamente reconocidas. Nos hemos divertido escuchándolo, pues se mandó otro discurso en la mesa sobre la vida, el hombre, las semillas y Dios. Todo un personaje, en la propia familia.
Recorriendo la Plaza de Armas de Temuco, que desde hace algunos días exhibe una muestra de artesanía local, nacional e internacional, nos encontramos con que una calle tenía el tránsito cerrado, debido a que se presentaba un espectáculo de música, baile y juegos organizado por un Comité de Seguridad de EFE (Ferrocarriles del Estado), el típico evento con batucada, zanquistas, mimos, etc., que yo hubiese pasado por alto (me interesan más las artesanías), si mi papá no hubiese visto a un viejito discurseando en el escenario sobre la importancia del tren. Ese viejito era ni más ni menos que el Tío Miguel.
Fue vendedor viajero, de ahí su experiencia como pasajero de trenes y buses. En la actualidad tiene 91 años, está perfectamente lúcido, usa celular (nunca había visto un anciano tan moderno) y pertenece a 12 organizaciones comunitarias. Qué tal. Ah, y como los marinos, tuvo en cada pueblo un amor. La hermana mayor ya fallecida de mi abuela estuvo casada con este caballero; ambos tuvieron cuatro hijos... el resto, otras semillas plantadas y debidamente reconocidas. Nos hemos divertido escuchándolo, pues se mandó otro discurso en la mesa sobre la vida, el hombre, las semillas y Dios. Todo un personaje, en la propia familia.
3 comentarios
elisa de cremona -
Aprovéchalo!
Un beso
petra -
Todo un tratado de historia, me imagino, el tio Miguel.
Cariños, P.
SrtaLee -
Y a los 91 con celular?? topísimo! :p