Aventura en el Ñielol.
En este segundo paseo fuimos con la mamá y la abuela paterna. Como la primera vez fuimos en auto, en la más cómoda; esta vez con mi hermanita dejamos a los mayores subir en auto y nos dimos de aventureras: "subamos no más a pie".
Uf... ahí confirmé mi precario estado físico. Un par de pasos en un sendero relativamente empinado, y ya estaba acezando. Era estupendo caminar entre una especie de cueva formada por ramas de árboles arqueadas. Aunque el sendero estaba señalizado, en un momento dado desaparecían los cartelitos y por ahí perdimos un poco el rumbo... llegamos a un cartel que rezaba "ingreso sólo vehículos autorizados". Ups. Menos mal que el Cerro es chico, y llegamos finalmente al mirador.
Uf... ahí confirmé mi precario estado físico. Un par de pasos en un sendero relativamente empinado, y ya estaba acezando. Era estupendo caminar entre una especie de cueva formada por ramas de árboles arqueadas. Aunque el sendero estaba señalizado, en un momento dado desaparecían los cartelitos y por ahí perdimos un poco el rumbo... llegamos a un cartel que rezaba "ingreso sólo vehículos autorizados". Ups. Menos mal que el Cerro es chico, y llegamos finalmente al mirador.
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