Plaga de hormigas.
El panorama a mi regreso resultó desalentador: aunque un ser humano estuvo este tiempo en casa, el caos era total, la suciedad también, y una plaga de hormigas lo inunda todo. El calor me inhibe de hacer cosas útiles, y grrr... ni siquiera puedo hilar bien las ideas para escribir aquí. Lo siento, parece que las hormigas están devorando también mis neuronas.
Parecerá raro, pero están incluso en el mueble del computador, y quieren huir de mis dedos que han matado ya a unas cuantas; otras, más rápidas, se me trepan a las manos y me pican... mejor huyo de aquí.
Una vez que el damasco proyecte algo de sombra en el patio, iré allá a continuar leyendo El Código da Vinci. Después me encargaré de las hormigas.
Parecerá raro, pero están incluso en el mueble del computador, y quieren huir de mis dedos que han matado ya a unas cuantas; otras, más rápidas, se me trepan a las manos y me pican... mejor huyo de aquí.
Una vez que el damasco proyecte algo de sombra en el patio, iré allá a continuar leyendo El Código da Vinci. Después me encargaré de las hormigas.
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