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letraspinceladas

Divagación pura.

Me siento rara. Este blog, en sus últimos días en blogia, ha degenerado en algo que yo no quería; pero heme aquí, escribiendo cual si lo hiciera en mi fiel diario de papel. Estoy inquieta, con una obligación ad portas, no, “ad presentis” (chamullo, nunca tomé latín en la U. Y ahora creo que no habría sido malo), que no estoy cumpliendo a cabalidad, lo que se ha traducido, entre otras cosas, en intensos dolores estomacales.

Navegando, he encontrado algunos tutoriales (sean páginas web o blogs propiamente tales) bastante interesantes para entender este vasto mundo de la computación y que además ayudan a enriquecer el blog; claro que cuando llega el momento de tomarse más tiempo para leerlos o implementar las mejoras, me sobreviene la pereza... forma más elegante de decir “me da lata”, “se me echó la yegua”, o el más usado por los jóvenes de hoy en día “me da paja”.

Y esto último da pie para contar algo de mí: cierta marginación social –nada grave, por cierto- a consecuencia de mi forma de escribir o hablar; nunca he sido tan correcta ni rebuscada al hacerlo, pero es algo que mis cercanos (as) me empezaron a hacer notar más o menos desde los 11 ó 12 años, y que ha sido motivo incluso de reproche y/o burla. A lo más introduje el “cachai” y algunos improperios que no puedo evitar si asusto, me caigo, o me duele algo repentinamente... también me he dado el permiso de proferir esos feos vocablos cuando me enojo, pero en resumen, es un rasgo distintivo que el entorno se encarga de recordarme, precisamente, cuando me expreso de cierta manera: “tú no eres así”, saltan de inmediato mis progenitores ante alguna salida de madre, y me da un poco de rabia, porque siento limitada una posibilidad de ser más... no sé, relajada. Aunque puedo vivir muy bien sin ello; de hecho, igual me choca escuchar hablar o conversar con gente muy grosera (o sea, los garabatos, dentro de un contexto, nada más). Lo mismo me pasa al detectar faltas de ortografía, en cualquier parte, hasta me molesta. No soy periodista, pero tal vez podría ser una buena editora. Recibo ofertas...

Esto fue divagación pura.

4 comentarios

Hans - El Ratón de Biblioteca -

Comparto tu inquietud por la correcta ortografía y un buen estilo. En mi caso es un poco distinto, ya que el haber viajado tanto y dominado otros idiomas, hizo pedazo mi español. Ha sido un aprender de nuevo. Y el corrector ortográfico y la lectura son mis mejores profesores.

Si quieres experimentar lo de editora, te ofrezco mi Blog. Puedes corregir o sugerir lo que quieras.

Besos!

elisa de cremona -

Sí, hay que utilizar el lenguaje con toda su dimensión. Pero también es cierto que no debes pasarte al lado "oscuro" del vocabulario si no es por una causa noble y justa.
TOdo tiene su lugar.
un beso

Kika -

Querida Nadia,
El lenguaje es para usarse, como la ropa, como la gente; pero cada quien es selectivo. Entiendo bien lo que dices, a mí también me han criticado por mi lenguaje escrito/hablado, desde niña fui muy "propia", dice mi madre.
Me preocupa un poco el desánimo (que mencionas al principio) por este blog, que leo y me gusta. Realmente es una ventanita a tu corazón; tu diario de monitor. Y aunque mis ojos sólo vienen a saciarse de tus historias, también me has enseñado. Hace unos días lo escribí en mi hortaliza. Gracias, pues. Y un abrazo muy grande.

Roberto -

Relax Nadia, hay un término medio. Ni tan brígida, ni tan flaite.