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Bajaron el telón.

3 bloggers, considerando todo el espectro existente, puede que no sea mucho. Pero ocurre que William, Fatamorgama y Kemiko estaban dentro de los blogs que leo frecuentemente.
En una extraña sincronía, estos muchachos bajaron el telón... cada uno tuvo sus motivos, que no develaron claramente (parte del "jardín secreto", sin duda). Si siguen leyendo bitácoras, y pasan por aquí, mis mejores deseos para ellos. Poblaron esta comunidad virtual con sus sitios engalanados con imágenes, música y letras por un tiempo y luego se mudan o se concentran en la vida real...

Más de alguna vez hemos dejado un proyecto inconcluso, terminado una relación por los motivos más diversos, abandonado el nido, dejado una etapa atrás... otras veces hemos querido bajar el telón respecto de nuestras propias vidas, algunos efectivamente han hecho aquello...

Aunque ahora estoy algo cegada por una nube gris (el optimismo me duró poco, pero lo estoy buscando en estos momentos), me sostiene la certeza que algo tengo que hacer en este mundo (todos estamos aquí por alguna razón, soy una convencida de eso), y me extraña la constancia que he tenido al escribir aquí... lo que tal vez sea una buena señal.

Yo amo a mi (novio) profesor.

Sólo tuve 4 profesores a lo largo de mi vida escolar (la U no cuenta, puros viejos, aunque sí hubo uno semi calvo, semi canoso y bastante atractivo...), y uno de ellos, el "maestro" de Literatura, quien arribó al colegio estando justo en mi último año, me movió un poco el piso. No era tan guapo, pero era relativamente joven y sin duda, LA novedad en un Liceo de niñas. A mí, aficionada a las letras, me sedujo fundamentalmente por el contenido de sus clases. No me caía bien su actitud de pop star, siempre rodeado de niñas babosas, ja, ja... no, yo sólo lo escuchaba con atención en clases (donde además tenía la suerte de estar en primera fila, justo frente a la mesa del profe), hacía preguntas si algo me interesaba y me esmeraba al máximo en los trabajos que pedía... incluso una vez presenté un trabajo sin que él lo pidiera, con cierto afán de lucimiento -debo reconocerlo- comentando las obras de teatro que había visto en el año, y se lo regalé; fue bueno que lo hiciera, pues subió mi promedio final. ¡Ah! y el hecho que integrara el comité del Anuario fue un incentivo poderoso para sumarme a ese proyecto, una hora más de verlo aparte de las clases...

Han pasado 10 años, está casado, con una hija, algo más gordito y barbón, con sus lentes "poto de botella" habituales, su beatle oscuro y chaqueta a juego (lo ví en una foto reciente, ya que por esas cosas de la vida fue también profesor de Literatura de una prima que salió este año del Liceo) y con un séquito creciente de admiradoras, lo que quiere decir que no ha perdido su encanto. Guardo entre mis papeles y recuerdos una dedicatoria suya: "¡Hasta siempre, linda Nadia!".

Es un fenómeno usual, las adolescentes idealizan en el profe buena onda y/o tierno al padre o al amigo que desearían tener; si a eso sumamos el componente "belleza", uf, la mezcla es explosiva: sencillamente se enamoran. Basta con que sea "un poco" buenmozo; ahora, si el gallo parece modelo, más vale que se dedique a otra cosa o se ponga un repelente, porque las chicas caerán rendidas a sus pies (es que las niñas de hoy en día... ayayayy...).

Mi novio es un chico buenmozo, a quien hace 2 años se le ocurrió estudiar pedagogía. Su primer trabajo como tal lo realizó este año en un Liceo Técnico Femenino. "Ah, se viene pesada la cosa", fue lo primero que pensé; debo decir que confío plenamente en O., ¡es en las niñas que no confiaba!; además, seamos francos, hay unas chiquillas que parecen mujeres hechas y derechas (el pollo con hormonas ha causado estragos en la juventud). En el curso del año empecé a notar cómo la casa de O. comenzaba a poblarse de regalitos: peluches, lápices, tarjetas, cartas... duplicados en volumen para el día del profesor y para su cumpleaños.

¿Será mi castigo por haberme enamorado de mi profe de Literatura?

Mi alter ego.

Mi alter ego.

En este instante es... Felipe. Es que tengo tan pocas ganas de hacer mis deberes...

Ejemplos de vida.

Se está desarrollando la Teletón. Previamente, en las noticias, ví qué había sido de algunos niños símbolo: una dueña de casa con una sonrisa en el rostro y criando a 2 hijos, un joven locutor de una radio comunal, y una niña que pudo dejar la silla de ruedas producto de sus ganas y el apoyo de la Teletón... al comenzar la Teletón, la joven Daniela García con una segunda vida, una nueva mirada... OK, su familia tiene los medios económicos para apoyarla, pero todo el oro del mundo no podría comprar las ganas que tiene de seguir adelante.
¿Y una?... bueno, esas imágenes han sido un remezón, sin duda. Uno puede ser minusválida en otros aspectos, pero si cuento con algo tan básico como salud y un cuerpo íntegro...
Ya, se acabó la tontera, y "a poner el billete".

Es hora.

Es hora de hacerme cargo.
Nada saco con hacer grandes anuncios, a mí misma y a lo demás, si a la hora de concretar me quedo agazapada, muerta de miedo.
He pecado de pereza y gula (por mi culpa, por mi culpa,por mi gran culpa), y no han sido cosas como para encogerse de hombros, no señor; me he causado mucho daño... Sí, han entrado en juego otras circunstancias, pero ello no aminora mis pecados.
No prometo ser una santa, sin embargo, haré penitencia, para luego definitivamente hacerme cargo.

Informe sobre la tortura.

Procesando... la verdad, yo hasta hace un tiempo era más bien apática respecto de temas sociales y políticos contingentes, me miraba mucho el ombligo, tal vez. Lo bueno es que nunca es tarde para enmendar errores, y frente a lo que estamos viviendo como país, me parece bien que por fin se estén comentando estas cosas como lo que fueron: una realidad que hay que asumir, no olvidar, y muy especialmente y como tanto se ha dicho, "para que nunca más"...
Para el plebiscito de 1988 yo estaba en octavo básico, y en mi familia el tema no se discutía mayormente, o con un sesgo muy marcado, por parte de mi madre, de derecha y basado en el temor de que Chile viviera una nueva UP... por el entorno familiar precisamente, que pucha que marca, y por ser yo un niñita matea que vivía su realidad escolar-semi-infantil, observé y callé. Más adelante leí "Los Zarpazos del Puma", trabajo de Patricia Verdugo que describía operaciones militares y torturas del gobierno de "Daniel López"... no caché mucho (no me juzguen, por favor, mi despertar vino después); años más tarde leí "Casa Vacía", de Carlos Cerda, novela que relataba la historia de torturados en una casa de Ñuñoa (basado en datos reales) y quedé un poco marcando ocupado. Y finalmente, comencé a prestar más atención a mi alrededor.
Yo mantengo una posición desapasionada sobre los temas, de observadora... pondero mucho las cosas, suelo tratar de analizar ambas caras de la moneda... y por lo mismo igual valoro los pasos que poco a poco se han ido dando. Escucho los últimos minutos de "A Colación", Villouta está enfurecido, que por qué no se hizo esto antes, por qué la prensa en democracia no destapó la realidad si ya se podía, que el Poder Judicial fue absolutamente manejado, que en las Fuerzas Armadas siguen los torturadores en las sombras, que esto es sólo un gesto, que pasará lo mismo que con la Mesa de Diálogo... le hacen falta paños fríos... no sé. Villouta quiere cambios altiro, right now; sabemos que eso no es posible, las grandes obras tardan en concretarse.
En lo personal, como Nadia González, mujer que por ahora observa y en algún momento participará más activamente en sociedad y no sólo con su voto, como quien no existía en 1973, como quien no tuvo parientes o seres queridos detenidos, torturados o muertos, estoy profundamente conmovida al atisbar la magnitud de lo ocurrido, quedará indudablemente en mi memoria como una lección histórica, y pretendo nada más ni nada menos que trabajar porque mi entorno personal, familiar, comunal, nacional, y sí, mundial, sea mejor de lo que fue y de lo que es.

Qué fantástica es la fiesta.

El viernes en la noche se conjugaron ciertos astros para que yo, siendo una persona muy poco dada a las fiestas en sentido convencional (o sea, en un local, com música a todo volumen y rodeada de gente cuya consigna es "tomar hasta que duela"... digo, en un porcentaje no despreciable) fuera a la fiesta aniversario de Radio Tiempo. Factores: invitación gratis, relativamente cerca de mi casa, llegada anticipada de mi novio del sur, y disposición de su parte para ir (porque él SI que es poco dado a concurrir eventos masivos, prácticamente de todo tipo). Bueno, el caso es que siempre me ha extrañado que habiendo música y todo, nadie baile porque es muy temprano (12 de la noche) o un animador no da la partida; que gente de ambos sexos vaya vestida y en actitud de cacería, los precios altos de los tragos (y en los bares al costo, la auténtica compulsión de beber de personas que sin trago no son capaces de pasarlo bien... y ojo, que contra el consumo moderado de alcohol no tengo nada en contra), las movidas de productores que invitan a ciertas niñas a la vedada "zona VIP"... etc.
La gracia para mí fue ver al mítico Rodolfo Roth ("Magnetoscopio Musical"... imagínense la apertura musical del programa quienes lo vieron) ícono para más de una generación; a mí por edad me correspondería "Sábado Taquilla", pero por alguna razón me ha quedado más grabado el programa de Roth. Y, lo que interesaba a mi novio, y que a mí también me agradó ver, fue el breve show de un grupo australiano que interpretaba canciones de Los Bee Gees. Toda esa jornada nocturna coronada por una esplendorosa luna llena. Y no more party para mí hasta Año Nuevo.

Mi lado oscuro.

¿Desnudaré aquí mi alma ? No lo creo, es un peligroso ejercicio. Sí puedo decir que he sentido impulsos asesinos contra dos individuos que parecen más parásitos que seres humanos, y que estoy luchando fuertemente contra dos tentaciones severas, que me están haciendo mucho daño.
Además, pronto me enteraré sobre el destino laboral de mi novio el próximo año... ¿y esto por qué es tan relevante? ¿vamos a casarnos? no. So?... bueno, porque si la entrevista sale OK, agarra sus cositas y se va... uf. Eso es difícil, yo tengo cosas pendientes aquí, y lo confieso, soy una chica citadina (digo esto porque partiría a un pueblo semi-rural, y ... Santiago es Santiago). Me agrada el aire puro, las áreas verdes y la tranquilidad, pero... el cambio sería muy, muy drástico y me aleja de lo conocido, de lo seguro.
En este punto siento el impulso de justificarme por ser como soy, pero ¿por qué?. Sí, es más cool decir que me gusta el riesgo, el cambio, la aventura... pero lo cierto es que me agradan hasta el punto que no se me "desbarajusta" todo. Y esto no quiere decir que cada paso que doy está previamente planificado, porque no es así. Hace tiempo aprendí que toda planificación que uno haga ha de contemplar cierto margen de error, cierta flexibilidad.
Por ejemplo, mi vida estaba planificada así: pensaba, a mis 28 años, ser una chica profesional, independientemente, aportando con mi trabajo a la sociedad, estar en el nido paterno sólo en calidad de visita (que es el mejor status que uno puede tener pasado cierto tiempo), tal vez casada... y en lugar de eso, me encuentro pegando pedazos rotos de mi ser.
Y hay días en que me sumerjo por completo en mi lado oscuro, y me da mucho miedo, pues, siguiendo con la analogía, ya hay partes de mi cuerpo que han sido reemplazadas por prótesis, y me siento a un paso de llevar un casco sin el cual en definitiva muera... o de flotar en la nebulosa de la mediocridad ad eternum
Bueno, la consigna es no arrepentirse de lo escrito. Se imprime.

Aire Puro.

Las ganas que tenía de ir al Foro Social Chileno se aminoraron al ver por la TV los destrozos causados por los giles que nunca faltan en el Parque Bustamante y otros sitios públicos, y se desvanecieron del todo al amanecer el sábado con un fuerte dolor estomacal que ya pasó... tenía una última oportunidad hoy, pero confieso que me rendí a la voz de “paseo al Cajón del Maipo”... además que los paseos en familia se dan, en mi caso, muy raramente, y más raramente se da que yo esté dispuesta a ir (generalmente prefiero estar con mi novio o quedarme en casa).
Y así, me alegra haber ido, pues el sol brillaba y soplaba una brisa muy agradable. Al llegar a la plaza los puestos de artesanía se estaban recién armando (yo me compré una runa en piedra, pero había joyas, las típicas artesanías que hay en todos lados, mermeladas caseras, una cantora de folclore, fósiles, lindas bancas de madera, etc.), y degustamos un mote con huesillos “heladito”. En la iglesia, que es bien antigua, ya había comenzado la misa, pero como no somos católicos, no entramos... a mí me gusta mirar iglesias, pero no me parece muy bien entrar sólo a curiosear si ya ha empezado una ceremonia religiosa...
Me encantó sentirme rodeada de verde, tener los cerros al alcance de la mano, de los pies y de la vista, el río a la orilla del camino, y el aire puro... sí, el aire puro, pese a la presencia humana, todavía –gracias a Dios- existe.
Mi madre suele recordar que cuando yo era un pequeño y despreocupado ser, gustaba (apenas llegábamos al campo o la playa) de correr, abrir los brazos y aspirar profundamente cuanto aire cupiese en mis pulmones. Esa costumbre no se me ha quitado, aunque con el pudor que da el paso de los años, procuro no parecer tan infantil ni tan contenta (absurdo, ¿ah?, cuando no tiene nada de malo)...
Ahora estoy energizada, con una buena reserva de aire puro (aunque no llené un frasco para conservarlo en mi pieza, y abrirlo cuando haga falta) ya no quizás en mis pulmones, pero sí en mi memoria reciente... y ahí se quedará, purificando mi alma y mi corazón.

Autorregaloneo.

Aprovecho unas actualmente escasas horas de soledad para:
- Una limpieza de cutis; aunque digan que no tienen tiempo para nada, recomiendo unos mínimos 10 minutos al inicio y fin de cada día; con calma, con cariño, se hacen un masaje facial con su gel (si tienen piel grasa o mixta, como yo) o crema habitual, y luego la retiran... voila!! mejor aún si pueden tonificar y humectar. Ojo!! este tip es para ambos sexos.
- Un baño de pies con exfoliación al final.
- Prepararme una comida ligera (la dieta, remember, aunque suena mejor hablar de "cambios de hábitos alimenticios")
Todo lo anterior mientras suena música de mi agrado y agradezco por momentos como éste. Cuando no se producen por azar, debemos procurarnos el tiempo, el espacio y las acciones para autorregalonearnos, para hacernos un cariñito.
Tú, ¿cómo lo haces?.

Cambio de folio.

Antes de que oscureciera, vi, mientras caminaba con O., a un pequeño vecino ayudando a jardinear a su joven abuelo.
O. me trajo un par de revistas que sabe son de mi agrado (lindo él...).
Leo en el diario del domingo el éxito de ventas que ha sido el libro de Daniela García, la joven que pese a perder sus cuatro extremidades producto de un accidente en tren, tiene más ganas de vivir que nunca... la expresión de su rostro no es fácil de encontrar, ni aún en personas que tienen su cuerpo íntegro... a esa chiquilla la admiro.
Ocurre que, pese a haber enfrentado, hace más de un año ya, un importante problema de salud, sigo, de alguna forma, “pegada”, y eso ha sido muy contraproducente. Detalles como el que abría este comentario, o ejemplos de vida como el de Daniela, me hacen pensar que soy una malagradecida no más... pero nunca es tarde para mejorar, dicen.
A veces dejamos pasar días, semanas y hasta meses, sobreviviendo más que viviendo, o postergando cosas que por acumulación, adquieren una magnitud que en principio no tenían. Por eso, aunque no es mi cumpleaños ni año nuevo, siento necesario un “cambio de folio”, y comparto con uds. dos metas personales que no pueden esperar ni limitarse a ser de aquellos típicos buenos propósitos que rara vez uno cumple:
1) Pasar mi examen de grado, para lo cual tengo que comenzar a estudiar de verdad muy pronto (ay, unos 6 ó 7 meses de dedicación exclusiva).
2) Bajar de peso. Y no por una cuestión de vanidad, sino por salud... un sobrepeso de 15 kg (tal vez un poco más) sí que es un tema de salud...
Otra vez, les pido buenas vibras, que yo les deseo lo mejor a todos desde ya.

Por qué escribo 2.

El presente es uno más de los variados ecos suscitados a raíz del artículo de Orsai, y el de Roberto. No debiera extrañar esta reacción, este notorio interés. Mal que mal, a toda la comunidad bloggera le pica este mismo bichito.
La mayoría coincidía en un consejo sencillo, pero difícil de seguir a la vez: “escribe, y no te lo guardes”.
Me considero dentro de quienes por temor a no ser lo suficientemente buenos, o dignos de ser leídos, ocultan lo escrito o sencillamente abandonan. Después de una década sin escribir ficción (“jamás podré escribir algo que supere a los escritores que leo”, pensé) volví a intentarlo, debido a tareas que me encomendaban en un taller. Y no salí muy bien parada, pero lo hice igual. Este año mandé un cuento al “Santiago en 100 palabras”; no saqué ni una mención honrosa, pero lo hice igual. Tal vez escribir ficción no sea lo mío... ¿y?
Ello no quita que continúe intentándolo, y pese a todo el tiempo que estuve sin animarme a escribir cuentos, no pude (y no puedo) dejar de escribir: ya fuese mi diario de vida, artículos para boletines de escasa circulación, cartas, tarjetas, atisbos de ensayos, este blog...
¿Por qué escribo? Porque no puedo dejarlo, vicio maldito y liberador, porque (lo admito) me gusta ver mi nombre al pie de un párrafo, porque así me comunico, porque así las ideas y sentimientos fluyen con una facilidad que no encuentro en otra forma de expresión, y porque tengo el sueño de dejar alguna huella.

Por qué escribo.

"Escribir me suele alegrar; siempre me suaviza el ánimo y me regala un día ingenuo, tierno...
Es la sensación de haber estado unas horas en mi patria real,en mi costumbre, en mi suelto antojo, en mi libertad total."
Gabriela Mistral.
Esto es una buena introducción, para mi gusto. Continuará...

Good vibrations.

The Beach Boys, en USA, paralelos a los Beatles. El tan elogiado Sargent Pepper fue, de alguna manera, una respuesta musical a un álbum de estos chicos cuyo nombre no recuerdo... anécdotas musicales.
Me cuelgo de esta canción porque necesito las "buenas vibras" de quienes esto leen:
1) Para que salga mi merecido pago luego de casi 3 meses de labor en tribunales (hay un problema burocrático ahí que ¡no es mi culpaaaa!)
2) Para reunir fuerzas y ánimo para estudiar para mi examen de grado y que lo apruebe...
Respuesta al post literario de Roberto y a lo leído en Orsai (que tuvo sus réplicas en varios blogs): mañana.

Cierre de paréntesis.

No considero el post anterior, pues sólo fue un servicio de utilidad pública.
Mañana quedo libre, y espero utilizar esa libertad de mejor manera, sin repetir errores pasados. Seguiré siendo pobre, pero libre.
La tristeza que me llevó a dejar de escribir aquí se fue difuminando con el paso de los días, hasta convertirse en un fantasma que nubla ciertos instantes de felicidad, y que algún día, si mis presentimientos son ciertos, tomará cuerpo otra vez.
Pero más me valdría aniquilar esa tristeza, como me aconsejó Petra, y tomar otro tren, como dijo C. Si un día me toca nublado, OK., pero no seré yo quien le agregue más nubes.

Dato.

Se busca columnista en Radio Tiempo; en el Programa "A Colación" (Lunes a Viernes de 12 a 14 hrs.),cada mes seleccionarán una columna de opinión que publicarán en Revista Paréntesis.
Y como dice Guille, "eso por ahora".

Paréntesis de silencio.

Bajo el telón por un tiempo indeterminado (no mucho, pues ya me habitué a escribir aquí).
Motivo: una honda tristeza, por una decisión que yo misma he tomado, y que estoy comenzadoa procesar.
Cariños a todos, los seguiré leyendo.

Lluvia de Plata.

Hace más o menos una hora iba a empezar a escribir, pero me puse a ver “Lo que el viento se llevó”... y debo estar muy sensible, porque me emocioné, y eso es poco habitual en mí.
Ayer también pensaba comentar el recital de Gal Costa, pero una discusión de aquéllas con mis padres me dejó bastante alterada, y no me pareció justo descargarme en el blog.
Ahora sí. Quiero decir que pocas veces he ganado algún premio (el Kino aún espera por mí... la esperanza es lo último que se pierde), y esta vez, participando en un concurso de la Radio Cooperativa (programa “Entre 9 y 1”), ¡gané dos entradas para ver a Gal Costa!, ella, una de las voces emblemáticas del tropicalismo, que se pasea como si nada por la bossa nova y la samba, presente en el repertorio musical de la casa desde que mi hermana y mi padre empezaron a “rallar la papa” con el bossa nova y demases... el requisito para participar era contar porqué uno quería ganarse las entradas, y yo lo expliqué así:
“Ganando las entradas le daría el mejor regalo del mundo a mi hermana Carla, de 14 años. A ella le gusta mucho la música brasileña, en especial el bossa nova, más menos desde los 5 años. Les cuento:
Casi todos los veranos vamos a Puerto Varas de vacaciones, a casa de un tío. El y su señora tienen una respetable colección de música de Gal Costa, María Bethania, Toquinho, Vinicius, entre otros, melodías que era muy grato escuchar teniendo como telón de fondo el Lago Llanquihue. Como mi padre toca guitarra, solía amenizar las noches con música brasileña y latinoamericana, show al que con el tiempo la Carla se sumó aportando su voz.
Mi hermana fue creciendo, como es natural, y fue desarrollando intereses artísitcos: primero pintura, luego danza y finalmente canto y teatro. Más que "centro de mesa", la considero una mezcla entre Bart (por lo diabla) y Lisa Simpson (por sus aptitudes musicales), una chica buena para la talla, conversadora, y más capaz en materia de estudios de lo que rinde en la actualidad. Su interés por la música en comento no decayó, al contrario: lleva 2 años en clases de portugués, el año pasado grabó un disco de bossa nova (distribución a nivel familiar y de amistades, se entiende) y este año tuvo la oportunidad de ver a Toquinho y María Creuza en el Municipal (el $ sólo alcanzó para que fueran ella y mis papás) ... no se imaginan lo emocionada que estaba de conocer a 2 de sus ídolos.
Ahora, por más que ha insistido con nuestro progenitor para lo del Gal Costa, sus ruegos no han surtido efecto, claramente por una cuestión económica.
Les escribo ahora en la tarde, desde el PC de mi casa. Sé que ella se habría puesto de rodillas (virtualmente) para implorar las entradas y seguramente escribiría un mail más entretenido y hasta en portugués, pero yo quiero darle una sorpresa que nunca olvidará...si ganamos, claro, lo cual espero de todo corazón.”
Así que partimos a la punta del cerro la noche del jueves (nosotros vivimos a poco más de una hora en auto de San Carlos de Apoquindo), donde, en una carpa con capacidad para algo más de mil personas, sería el recital... óptimo, casi íntimo. El frío se palió con el café que ofrecían unas promotoras estupendas (envidia mía, nada de sana eso sí), y luego de un telonero desconocido, y prescindible, comenzó el espectáculo. Con sólo su voz y simpatía, cuatro músicos, y pistas en algunos temas (eso me decepcionó un poco... ¿no era posible traer un tecladista?) a mí me fascinó. Si bien es cierto esta música llegó a mí por osmosis, ya me la apropié... me relaja, no en el sentido de lo new age, o como lo hace el yoga o la meditación, pero me transporta a un esstado especial (sin necesidad de drogas ni alcohol, je).
Finalmente, y a petición del público, interpretó "Lluvia de Plata" (..."que caes sin parar,casi me mata de tanto esperar")... Ay, tengo "saudade"...

El Poder de la Palabra.

Antes de entrar en la vorágine de las actividades habituales, habiendo aprovechado bastante bien este fin de semana largo, quiero lanzar al ciberespacio parte de una columna, con pequeñísimas adaptaciones, del señor Jorge Peña, la cual leí en el Cuerpo "Artes y Letras" de El Mercurio de ayer. Habla de la palabra como "luz", como herramienta... Yo creo firmemente en eso. Y sí, hay otras formas de expresión también valiosas, y no se trata de menospreciar a quienes no manejan esta herramienta en forma adecuada (lo digo en atención a la última línea de la cita), pero si algún poder quiero tener, y manejar sabiamente, es el poder que la palabra - o el lenguaje - nos otorga.
“En sí misma, independientemente de los usos viciosos de las palabras y de sus frecuentes adulteraciones, la palabra es luz. En este sentido, Tomás de Aquino hace una instructiva distinción entre "locutio" e "illuminatio"; hablar con un amigo de las trivialidades del día (que el día es bonito o que voy a dar un paseo) constituye lenguaje, pero se trata de locutio, "mero lenguaje", y no se realiza en él todo lo que el lenguaje puede y debe. En cambio, si yo participo a otro de una idea que se me ha hecho evidente, que irradia desde dentro e ilumina la realidad, que me permite verla de modo distinto y nuevo, acontece algo más que mero lenguaje, se da al mismo tiempo illuminatio, dilucidación del mundo y del espíritu.
Sólo la persona que dispone de un grado avanzado de posesión de la propia lengua puede alcanzar la plenitud como persona, porque puede conocerse y darse a conocer. Es lo que acertadamente afirma Pedro Salinas: ‘En realidad, el hombre que no conoce su lengua vive pobremente, vive a medias, aun menos. ¿No nos causa pena, a veces, oír hablar a alguien que pugna, en vano, por dar con las palabras, que al querer explicarse, es decir, expresarse, vivirse, ante nosotros, avanza a trompicones, dándose golpazos, de impropiedad en impropiedad, y sólo entrega al final una deforme semejanza de lo que hubiese querido decirnos? Esa persona sufre como de una rebaja de su dignidad humana’ ”

Trabajar con Amor

Leyendo el diario dominical (uno podría estar en eso toda la tarde, creo yo) me topo con la noticia de la entrega del Premio Nobel de la Paz a una mujer africana, Wangari Maathai, Viceministra de Medio Ambiente de Kenya,por su labor respecto a la protección del medio ambiente y su trabajo con las mujeres de zonas rurales. Notable porque es mujer y además, proveniente de un país subdesarrollado. ¿Latinoamericanos(as) han obtenido dicho reconocimiento?, sólo representantes de Argentina, Guatemala, Costa Rica y México.
El caso es que llamó mi atención, simplemente. En cada país existen personas u organizaciones que anónimamente realizan labores dignas de ser premiadas. Estas personas sin duda trabajan con Amor.
Después leí entrevistas a la actriz Amaya Forch, al escritor Pablo Simonetti y a un doctor como muy pocos, que atiende a 15 pacientes gratis al día, y al resto, a bajos costos (un auténtico apostolado)Chilenos que trabajan en lo que les gusta, y nuevamente, con Amor. Eso motivó que esté escribiendo esto...
Creo que no es fácil esto, mucha gente trabaja en algo que no le agrada, porque no tiene alternativa, y por sobrevivencia. Una vez escuché, en "Terapia Chilensis" (programa de radio Duna, tertulia intelectual y de actualidad donde concurren Nicolás Vergara y Fernando Villegas, entre otros) hablar del tema; una sicológa planteaba que era necesario no ver el trabajo como un castigo, sino realizarlo con agrado y ojalá buscar laborar en aquello que nos agrade, para lo que seamos buenos, y Villegas decía que no creía en esas patrañas cuando la mayor parte de la gente en el mundo trabaja en lo que puede y no en lo que quiere.
Pues bien, mi caso particular es que he trabajado sólo en forma esporádica, en cuatro ocasiones, la primera durante 9 meses en algo que no fue de mi total agrado, y el resto en funciones que he desempeñado con cierta dignidad. Aún no encuentro aquello que me calza, y eso me ha deprimido en más de una ocasión. Pero... la esperanza es lo último que se pierde, y espero algún día sentirme identificada con las palabras de Khalil Gibrán:
"¿Y qué es trabajar con amor?
"Es tejer la tela con hilos sacados de nuestro corazón, como si vuestra amada debiera cubrirse con esa tela".
"Es construir una casa con amor, como si vuestra amada debiera habitar esa casa".
"Es sembrar con ternura v cosechar con gozo como si vuestro amado debiera comer esos frutos".
"Es infundir en cada cosa que hagáis un soplo de vuestro propio espíritu y saber que todos los muertos benditos están en torno vuestro y os miran".
"A menudo os he oído decir como quien habla en el sueño: "El que trabaja el mármol y encuentra la forma de su alma en la piedra, es más noble que el que trabaja la gleba".
"Y aquel que coge el arco iris y lo extiende sobre la tela en la imagen del hombre, es más grande que el que trabaja las sandalias para nuestros pies".
"Pero yo os digo no en el sueño, sino en el mediodía, despierto, que el viento no habla más dulcemente a la encina gigante que a la más pequeña brizna de hierba;
y que sólo es grande el que vuelve la voz del viento una canción más dulce con la fuerza de su amor".
"El trabajo es el amor vuelto visible. Sí trabajáis con aversión y no sabéis trabajar con amor, dejad vuestra labor e id a sentaros a las puertas del templo para recibir la limosna de los que trabajan con amor".
"Porque si hacéis el pan con indiferencia hacéis un pan amargo que no apacigua sino a medias el hambre del hombre (...)
"Y si cantáis como los ángeles y no amáis el canto, cerráis los oídos de los hombres a las voces del día y a las voces de la noche".