Blogia

letraspinceladas

Elige, sí o no.

Contestando las 5 del viernes, que me empujan a tomar una u otra postura.

1) La botella ¿medio llena o medio vacía?
Medio vacía. Ando más cargada hacia el pesimismo...

2) ¿Qué prefieres? ¿perros o gatos?
Perros, sin dudarlo. Los mininos, salvo los muy chiquitos, siempre me han parecido “sobrados”, “despreciativos” y menos interactivos que los perros, que siempre se alegrarán al verte. Además, me traumaron cuando chica con sus maullidos que parecen llanto de guagua... uf. Es mi opinión, no más, aunque igual son nuestros “hermanos menores”, como decía San Francisco de Asís de todos los “animialitos”.

3) ¿Dulce o salado?
Dulce. Helados, pasteles, chocolates, caramelos, cremas, frutas, queques... y así quiero bajar de peso, ja, ja, ja...

4) ¿Frío o calor?
Frío. Descontando el frío extremo, creo que puede palearse de modo más efectivo que el calor: un buen abrigo, una taza de café, té, chocolate, o un plato de sopa... y la manera más agradable de todas: una buena compañía.

5) ¿Sexo sin amor o amor sin sexo?
Ay, ésta sí que está difícil. A ver, creo que se puede prescindir del sexo, por un tiempo... según cuán débil sea la carne. “El amor es más fuerte”.

Salgo en la Radio.

Lo de ayer fue más bien una declaración de buenos propósitos. Ganó mi diablilla interna, o también podría decir que sucumbí al lado oscuro de la Fuerza... anyway, “Mañana (hoy) será (es) otro día”.

Estoy un tanto impactada por lo fuerte que puede ser el lado oscuro en algunas personas... hace un par de horas ví el reportaje de “Contacto” sobre el senador Lavandero. Cierto es que después de lo de Gema Bueno, uno parte poniendo todo en tela de juicio, pero aquí hay conductas reiteradas y testimonios variados, suficiente como para descartar una conspiración y asesinato de imagen...

Les cuento que este sábado 15 sale al aire mi selección de temas “En la Personal” de Radio Concierto (88.5 FM) a las 21:15 hrs., por si quieren y pueden escucharme. Como “parche antes de la herida”, les diré que estaba super nerviosa y no pude corregir lo dicho a posteriori, pero creo que pasé con 3 blancas (como nos califican, o calificaban, en Derecho).

Hoy.

Hoy seré una buena niña.
Ayudaré en casa y no pelearé con mis hermanos.
Haré mis deberes, resistiendo la tentación.
Hablaré con mi niño, y nos juntaremos, si él quiere verme (porque a veces puede ser más niño que yo).

Y tan importante como lo anterior, procuraré seguir estos principios del Reiki:

“Sólo por hoy no te enojarás.
Sólo por hoy no te preocuparás.
Sólo por hoy serás agradecido (a)
Hoy te ganarás la vida honradamente.
Hoy amarás y respetarás a todos los seres vivientes.”

Tragos y lecturas de verano.

El fin de semana recién pasado fui al departamento de unos amigos, feliz y recientemente casados. Fueron unos anfitriones de lujo, prepararon tacos y tragos variados. A mí me gusta beber de vez en cuando (“bebedora social”, que le llaman, je, je) pero por restricción médica mi consumo es actualmente menos que mínimo. Pues bien, ese día probé el mojito cubano... rico, fresquito (de por sí el limón y hielo contribuyen en cualquier combinación, pero la menta le da un toque muy especial). Desde el balcón se veía el Cerro San Cristóbal mientras caía la tarde, y luego, las estrellas de una noche de verano que por fin traía algo de frescor, mientras conversábamos, poniéndonos al día y hablando de otros conocidos (“¿qué será de...?”).

Cuando uno ha visto el nacimiento y desarrollo de una relación entre dos personas a quienes aprecia, verlos juntos, compartiendo una casa, un proyecto de vida, experiencias y derrochando “buena onda” siente algo, no sé como describirlo, un sentimiento cálido en el corazón. En verdad, larga vida a ese matrimonio.

Uno de los tópicos de conversación fueron los libros. Así, “sin querer queriendo”, terminé feliz de poder leer “El Bosque de los Pigmeos”, de Isabel Allende, y “Hasta siempre, mujercitas”, de Marcela Serrano. Aparte, tengo a Gonzalo Contreras y a Jaime Bayly en el velador, con lo que completo mi cuota de enero y parte de febrero, supongo. Pero... el peligro estriba en que esas lecturas sean una distracción del estudio. Ay, pero se pueden combinar ambas cosas. Luego de los libros mencionados, proceder con más mesura, pues me entra una suerte de voracidad... Mesura, repito, y también voluntad.

Algo personal: recuento literario.

1) "Las edades de Lulú". Almudena Grandes. Hace tiempo tenía ganas de leer a esta escritora española. Andaba en busca de un volumen de cuentos que tiene, y especialmente deseaba tener en mis manos "Atlas de la Geografía Humana"... pero me tuve que contentar con éste, habitado por una protagonista cachonda, insatisfecha, pero por sobre todo, con una ansiedad por experimentar en el límite, ahí donde uno puede estar a punto de caer... y te salva lo único que es capaz de salvarte: el Amor.

2) "El libro de la mujer". Osho. Todo lo escrito, enseñado o comentado por un gurú debe ser analizado, en mi opinión, con el doble de atención que lo habitual. Y Osho es un gurú, con toda una institucionalidad al alero de su nombre (cursos, libros, retiros, etc.), un maestro que aunó un conjunto de tradiciones de Oriente, dándole un toque moderno tal vez, y que "desencarnó" pudiendo disfrutar previamente de una considerable fortuna personal. Si ayudó, y sigue ayudando a muchas personas a esclarecer su camino, bien. Pero noto que me fui en la volada de hablar de él y no del libro. Se trata de un resumen de las charlas de Osho sobre la mujer, fácil de leer pues se mantiene un tono coloquial, aunque yo quedé descolocada con varias cosas,pues me sacaba de mis esquemas habituales, sembrando inquietud en algunos casos, y en otros, haciéndome preferir nuestra realidad actual, siempre perfectible.

3) "El Club de la Buena Estrella". Amy Tan. Madres chinas y sus hijas criadas en sus historias y tradiciones, pero aterrizadas y adaptadas en Estados Unidos. Trata estupendamente "esa relación tan delicada" (madre-hija), con un lenguaje tan sutil como las maneras orientales.

4) "La mujer de mi hermano". Jaime Bayly. El siempre me ha parecido un tipo seductor, aunque juegue en ambos equipos. Sus comentarios ácidos y su hablar envolvente transitan sin problemas a su escritura, que suele ser altamente autobiográfica. Esta es una historia típica de telenovela, que se lee con la misma facilidad. Dudo que este encantador peruano gane el Nobel alguna vez, pero vende, entretiene y sus personajes tienen mucha vida.

5)"Las películas de mi vida". Alberto Fuguet. Seguido por muchos desde "Mala Onda" (aunque publicó previamente "Sobredosis", volumen de cuentos), aquí, como en "Tinta Roja" se separa un poco del estigma de escritor cuico que escribe sobre cuicos. En fin, yo disfruté tanto de "Mala Onda", como de "Por favor, rebobinar", pero no me cabe duda que ha evolucionado, y qué bien por él. En un ejercicio muy similar al de "Alta Fidelidad", el protagonista, alter-ego de Fuguet, pero sismógrafo en vez de periodista y escritor, rememora, a través de las películas que ha visto, su infancia y adolescencia, marcada por un forzado traslado de Estados Unidos a Chile, y sus relaciones de familia (uh, la familia...)

6) "Harry Potter y la Orden del Fénix". Ah, cuánto tardé en leer este libro. Como el anterior culminaba con la definitiva resurrección del malvado Voldemort, uno sólo desea saber qué pasará después. La tan esperada batalla entre las fuerzas del bien y el mal no se concreta del todo aquí, pero se prepara, se percibe el miedo, la desconfianza, la censura en la propia Escuela de Magia y Hechicería de Hogwarts, mientras Harry ya no es el niño bueno, valiente y un tanto travieso, sino que se pone tan odioso como todos en la adolescencia lo hemos sido.

7) "Diario Enamorado". Armando Uribe. Le dediqué algunas líneas mientras lo leía. Este abogado y escritor, Premio Nacional de Literatura, de aspecto definitivamente draculesco, tiene su coranzocito, que sigue latiendo con fuerza por su mujer, Cecilia Echeverría, quien murió hace un par de años pero que continúa viva en su obra. Resulta interesante, hasta simpático, leer los pensamientos y cavilaciones de don Armando, como un estudiante de Derecho, enamoradizo, asiduo a las misas, los conciertos, el biográfo y las onces en casa de los amigos (as); sin obviar, por supuesto, que es en este Diario donde somos testigos del nacimiento y desarrollo de su amor por Cecilia.

8) "Nuestra Señora de la Soledad". Marcela Serrano. Una vez más, y como no es novedad tratándose de esta escritora, la temática de la novela es femenina. La voz de la historia es una detective que viaja a México para investigar el paradero de una exitosa escritora que de un día para otro, desaperece del mapa. Me entretuve leyéndolo, pero prefiero de la misma autora: "Nosotras que nos queremos tanto" y "Antigua Vida Mía".

9) "El Reino del Dragón de Oro". Isabel Allende. Por amor a sus nietos, I. Allende escribió una trilogía que integra aventuras, exóticos paisajes y mensajes valóricos. Los protagonistas, Alexander Cold y Nadia Santos, después de salvar con vida del Amazonas en "La Ciudad de las Bestias", enfilan rumbo junto a la abuela de Alexander, periodista de un medio parecido al National Geopraphic, a un escondido reino de los Himalayas. Tiene un público objetivo super definido, pero si despiertan al niño interno, alguna fibra les tocará. La trilogía se cierra con "El Bosque de los Pigmeos", que espero leer pronto.

10) "El Alemán de Atacama". Roberto Ampuero. También es una saga, es decir, no continúa una historia anterior, pero relata un caso más que debe resolver el mítico detective privado Cayetano Brulé, cubano de nacimiento, avecindado en Valparaíso, quien esta vez se traslada a San Pedro de Atacama con la misión de averiguar quién mató a un alemán que encabezaba un proyecto social en el oasis, siendo múltiples las hipótesis y variados los posibles culpables. La historia entretiene y es contada de manera ágil, permitiéndose espacios de reflexión sobre la intervención y presencia de extranjeros ya sea como inversionistas, turistas o colaboradores sociales; la explotación de recursos anturales, el cuidado del medioambiente, etc., pero sin dar cátedra, sino integrando el relato.

"Estas lecturas no habrían sido posibles sin la existencia de la Biblioteca Municipal, de Bibliometro y de Biblioteca Viva. Gracias, muchas gracias."

A ver Teatro.

A ver Teatro.

A las 00:00 de hoy, pude ver, junto a mi hermana, "A la Diestra de Dios Padre" (Compañía Periplos), una de las varias obras callejeras del "Teatro a Mil", aprovechando su gratuidad. Este ya tradicional Festival tiene excelentes obras, se abre la oportunidad para ver lo que no se pudo durante el año, pero... mis posibilidades monetarias siguen siendo escasas, por lo que veré teatro callejero, lo más que pueda, y sólo iré a ver "MicroMundo" (teatro negro, en el Parque Arauco), pues le debía una invitación a Carla hace varios meses, y bueno... ella eligió.

Esta obra se exhibe hasta hoy en Chucre Manzur, Barrio Bellavista, y en ella tres actores combinan música,texto y títeres para contar una historia popular, de un buen hombre puesto a prueba por la Virgen María y Pedro antes de premiarlo con dinero y cinco deseos. Pero la verdadera protagonista es la Muerte, "La Pelá", quien lleva el hilo de la historia y se ve involucrada directamente en uno de los deseos que pide el buen Juan Pérez Peralta.

Aunque había un par de beodos molestando por ahí, logré imbuirme en la atmósfera, disfrutar con la gestualidad de los actores, dos de ellos que a la vez musicalizaban la obra, bailaban y eran muy graciosos. Disfruté como niña (bien por eso), y salí muy contenta.

Acabo de escuchar a un actor chileno, Alejandro Trejo, que participa en dos obras que se exhiben este mes ("El Taller de los Celos" y "Ese discreto ego culpable", creo que sólo esta última en el marco del Teatro a Mil), decir que el público podría marearse con tanta oferta, y que deberían hacerse Festivales de Teatro también durante el año. Bueno, sin duda que la gente tiene más tiempo en el verano, pero no es mala idea la suya, pues la gracia de los Festivales en que los precios son un poquito más accesibles, y se concentran varias obras en torno a un evento y pudiera ser también en torno a una localidad (barrio o comuna), de modo que la gente interesada va a ir igual. La cultura no es sólo para las vacaciones, digo yo.

Así que a ver Teatro... y a leer, y a ir a Museos, y a escuchar música - recordar que por ahí hay varios conciertos de jazz y música clásica - ... a pasarlo bien, en suma.

In Memorian.

In Memorian.

El día de ayer visité a una amiga del colegio, por su cumpleaños. Con tres meses de embarazo, en dos semanas más viajará a Australia a reunirse con su marido, y allá tendrá a su bebé. Cumplió 29 años.

Con esta amiga y dos chicas más, también compañeras de colegio, nos reunimos cada vez que podemos y queremos (sí, esto último es importante, ya que hasta hace poco las cuatro vivíamos en Santiago, de modo que las reuniones solían postergarse sólo por “otros compromisos”... bueno, aún así, hay cierta periodicidad, lo que es bueno; el “face to face” es irreemplazable).

Hace tres años, una persona más se reunía con nosotros. Esa persona cumpliría 29 años hoy. Tal vez sería madre, tal vez no; tal vez estaría casada, tal vez no; tal vez, estaría en Australia estudiando los arrecifes de corales, como pretendía hacerlo al postular a un Magister en Biología Marina.

Fue la única del grupo que estudió fuera de Santiago, en Concepción. Nos escribimos seguido los tres primeros años; luego, aunque las cartas se fueron espaciando, el cariño seguía intacto, y aprovechábamos sus vacaciones para vernos, salir y copuchar. Conocí a su familia, fui al matrimonio de su hermana, conocí a sus sobrinos y sus pololos. La ví sufrir cuando murió su padre... ella tenía 12 años, recién nos estábamos acercando; pero después, ya en la U, tuvo una depresión luego de haber terminado con su pololo, congeló el semestre y estuvo varios meses en Santiago sin querer contarle a nadie, ni siquiera a mí. De eso me enteré mucho tiempo después. Jamás la ví enojada, aunque sabía que era de carácter fuerte. ¿Por qué éramos amigas? No lo sé, me lo he preguntado varias veces, respecto de ella y de otras personas... la amistad constituye una elección, pero en algo debe basarse, fuera de un elemento común...

De su muerte me enteré el día del funeral. Hasta el día de hoy agradezco que su hermana haya podido comunicarse conmigo, horas antes del sepelio, pues de lo contrario no habría podido despedirme de ella. Incansablemente me preguntaba el por qué, hasta que luego me enteré de varias circunstancias que me permitieron armarme, más o menos, una idea. Ocurrió en forma inesperada, pero no me atrevo a decir que fue un accidente... y la atmósfera en sus últimos momentos, estuvo cargada, al parecer, de mucha confusión y sentimientos negativos... (suspiro triste, muy triste).

No he vuelto a visitar su tumba, pues creo que lo que allí quedan son sólo restos de su cuerpo, lo menos importante. Pero aquí la recuerdo, con unas rosas rojas, sus favoritas.

Es verdad que cuando alguien muere lo que se llora es la parte de uno que se va con el otro, lo que sólo ese otro despertaba en nosotros...

"Se acabó tu voz para mí, la mía para tí."
(Los Tres)

34° C

Creo que poco a poco estoy derritiéndome. No es tan malo, si a través de la transpiración elimino algunos gramos dentro de los kilos de más que tengo, pero está casi insoportable. Definitivamente, no podría vivir en climas tropicales o desérticos. Uf.

El Año Nuevo lo pasé super piola, y con un estado de ánimo extraño, debo decirlo. Ahora, que empieza el estudio en serio, sigo sintiendo cómo el lado oscuro de la Fuerza me atrae para que agarre al vuelo cualquier distracción que se me presente, que no son pocas... y por experiencia propia sé, que cuando son pocas las distracciones, me las he inventado.

Sí, esta vez será necesaria toda la voluntad y autodisciplina que no he tenido antes, para casi ninguna cosa. Al menos las neuronas no se derriten con el calor...

Salud!

¡Salud!, AMOR y dinero para todos. Bueno, cada uno ordenará estos ítemes según sus prioridades.
Abrazos a los escribientes, y Feliz Año 2005 a todos quienes pasen por aquí... esta vez, brindando.

Ultimos preparativos.

No hagan caso a la fecha de arriba. La hora exacta al escribir esto: 20:15 hrs del 31 de diciembre de 2004. Mi niño me vino a ver, pero no la pasaremos juntos. En la familia, se frustró una ida a Valparaíso ("ay, va ser un lío ubicarse bien") y un paseo al Cajón del Maipo el primer día del 2005 ("no, qué lata, todo el mundo sale y todos los lugares están llenos"); unos fomes,para variar.

Recién mi madre ha colocado el pavo en el horno; a mí me corresponde hacer el postre y la entrada. Luego una ducha refrescante (se imaginarán el calor de la cocina), y como única cábala este año prenderé velas de colores, cada una con su significado: amarillo, trabajo y dinero; rojo, amor; verde, salud; azul, ...ups, no lo recuerdo, pero algo bueno era; y blanco, paz.

A lectores, y bloggers, como ya dije,iniciarme en este medio ha sido una de las pocas cosas positivas del 2004, y mi bola de cristal me indica que esta comunidad virtual se consolidará, y que al parecer para esta humilde servidora se viene mejor la cosa (¡bien!).

La tragedia en Asia, la violencia en Medio Oriente, el lado oscuro del ser humano presente en cada rincón del planeta... por cada una de estas cosas el lado luminoso se manifiesta, y en él tengo cifradas las esperanzas para evolucionar, yo, ustedes y el mundo. En los últimos detalles que ahora nos ocupan, preparemos también el corazón.

Cariños a todos.

3,2,1...

De pronto me entró la absurda pretensión de hacer en estos días todo lo pendiente, para empezar el 2005 de cero... colapsé. No, la verdad es que a los 5 minutos me dí cuenta que no valía la pena.

Los hermanos González tenemos juguete nuevo: cámara digital. No era imprescindible para ninguno de nosotros, pero mi padre suele rendirse a adquirir aparatos de esta índole luego de un tiempo. En fin, ya fue probada en Navidad y en un paseo relámpago de mi madre y mi hermana a visitar a la abuela que vive en el sure.

El damasco de la casa está botando de lo lindo frutos al suelo. Tenemos invasión de hormigas, y comenzó la producción de mermelada. Amo nuestro damasco, hace más frescas las calurosas tardes de verano; a su alero estudiaré enero y febrero.

Pucha que cuesta comenzar a estudiar. El examen de grado requiere más autodisciplina, dado que uno ya no está en clases, y en mi caso, egresé hace un tiempo ya. Además, la primera vez (en que fui reprobada :( ) encontraba cualquier excusa para no estudiar: pasé por las fases de ultrahacendosa, barriendo, sacudiendo, lavando, cocinando, etc.; tevita a morir, comedora compulsiva y lectora de cualquier tema menos materias jurídicas. Por eso, estoy haciendo toda la fuerza mental para que todo aquello no se repita. Lamentaré tal vez leer menos de lo acostumbrado, reducir las horas frente al computador, pero quiero tener la tranquilidad de que esta vez al menos daré todo de mí.

Leo "Nuestros años verde olivo" de Roberto Ampuero. La ficción me ha salvado en varios momentos de una realidad que, aunque construida por mí, no me gustaba nada. Fuera de leer por gusto... bueno, mañana se viene lo que leí en el año, ni reseña ni nada, sólo un breve comentario de cada libro.

Ah, el espíritu de la Navidad presente también visitó el mundo blogger, como pude constatar: cruce de saludos por muchos blogs, temáticas navideñas, etc. Qué lindo, ¿no?. Próximamente, estallarán en nuestros sitios los fuegos artificiales. En lo personal, lo único que quiero es "quemar el mono" para olvidar todo lo malo. Una de las cosas que salva: haber comenzado a escribir aquí, y leer otros mundos, en un ejercicio para mí mucho más gratificante que el simple chateo (con todo respeto y cariño por quienes gustan del msn).

Feliz Navidad.

Simple... no pude escribir acá lo que tenía preparado porque perdí la inspiración debido a una serie de problemas técnicos en el PC y de los otros. Ay, chascarros navideños...
La verdad es que de corazón deseo a todo aquel que pase por aquí, y que "este ahí" con estas Fiestas (porque cada vez más aumenta el número de apáticos navideños y otros derechamente discípulos del "Grinch") Amor y Paz, recordando el mensaje de aquél que llegó a este mundo, no sabemos si en diciembre, para dejar huella en nuestros corazones.
Simple, pero muy sinceramente: ¡Feliz Navidad!

Shhh... el Viejito Pascuero no existe.

"Estaba riiica la comida que hizo mi madrina. A mí me vistieron con el traje que usé para llevarle la cola del vestido de novia a mi tía Juana; no sé por qué me vistieron así, pero me gusta, parezco una princesa. Los más grandes están tomando algo que no me dejan probar; mi hermano chico llora, pegado a mi mamá. Yo me levanto de la mesa y voy adentro, a las piezas que están oscuras, haciéndome la valiente porque la oscuridad me da susto. Abro una puerta y ... ¡oh, una bici con rueditas! ¡qué raro! Yo le pedí una muñeca al Viejito Pascuero, un Jesmarín de Jesmar, para que cuando nazcan mis primos yo también tenga una guaguita...

Vuelvo al living; harto rato después, cuando estoy por quedarme dormida, me dice mi papá que salgamos al pasaje a ver si viene el Viejito. Damos una vuelta (mi hermanito ya estaba durmiendo, parece guagua pero tiene 3 años) y al volver ¡ya estaban los regalos! todos envueltos en papel de regalo, menos dos: una batería chica para el Toño, y para mí... una bicicleta. Yo me pongo muy contenta, aunque acabo de descubrir que el Viejito Pascuero son mis papás." (24 de Diciembre de 1981)

Ese descubrimiento no me provocó ningún trauma ni tristeza particular, seguí disfrutando cada año la Navidad, viendo los monitos temáticos en la tele,y emocionándome con la película "Santa Claus", pero inicié mi propia aventura en esas fechas: descubrir dónde escondían los regalos. Y la mayoría de las veces los encontraba,ji, ji...

Ahora, mi hermana menor es la más entusiasmada con el tema de los regalos (yo ya no pido nada, para no comprometerme a la vez...) y, modesta ella, pidió CDs varios, un celular y una cámara digital... no quiere nada...

Hace 3 días fui al Correo Central, donde aún quedaban montones de cartas de niños (y madres) pidiendo regalos al "Viejo del Saco": algunos, tan modestos como mi hermana, pedían computadores y play stations; otros, muñecas, pelotas, cenas navideñas y remedios para ellos mismos o sus hermanos enfermos. Daban ganas de ser ayudante de Santa. Si Dios me lo permite, y el próximo año estoy trabajando para esta época, con gusto echaré una manito.

Lectura bajo el sol (y siempre).

Más un par de tópicos varios. A veces quiero escribir sobre más de algo, como ahora, y siento que el texto pierde unidad; péro acá va, de todos modos.

Calor, calor, y más calor en el primer día del verano. Retorno a casa en una micro no llena (gracias a Dios) pero que igual parecía un sauna.

Ya hay algunos sitios amigos con saludos navideños. Yo publicaré el mío el jueves, junto con una reseña culinaria en mi cocina.

Dos primos sabrán sus resultados en la PSU (de paso, suerte a todos quienes la hayan dado y a no achacarse si el resultado no es el esperado). Me parece estupendo que ahora se sepan los resultados por Internet, y se postule por igual medio, aunque más fantástico sería que los sitios no colapsaren... también es bueno saber los resultados lo antes posible hay gente que dice “sí, pero si me va mal me arruina las fiestas”, no sé, yo creo que dilatar la información es peor.

Recomiendo altamente: leer el cuerpo “Artes y Letras” de El Mercurio dominical. Siempre encontrarán algo interesante. Yo solía pasarlo por alto, por considerarlo muy “sesudo”; pues no es tan así. Este domingo, por ejemplo, venía especial para educadores, padres e interesados en el tema educacional y amor por la lectura: un artículo analizando los pobres resultados de nuestro país en un estudio sobre calidad internacional de la educación en las áreas científica y matemáticas, y otro que trata sobre cómo en un colegio determinado tienen un plan de fomento lector con énfasis en los clásicos y en los mitos griegos, a los que consideran como base para todo lo demás.

Próximamente en este blog: comentario a dos artículos publicados en el “Artes y Letras” de hace varias semanas, y que dejé pasar, aunque su contenido es atemporal, y lo que leí en el año. No quise enviar mis comentarios a “El Lomo” de Orsai, porque lo mío es una simple impresión sobre lo leído, no tiene la pretensión de ser una crítica literaria. Al respecto, siempre he creído que si un libro te entretuvo, vale la pena. Ahora, si pasado un tiempo tienes ganas de releerlo, lo recuerdas y de alguna forma lo incorporas a tu vida, eso es lo ideal.

A propósito, si conocen medianamente los gustos de sus seres queridos: regalen un libro esta Navidad, para los cumpleaños, día del Padre, Madre, del Libro (22 ó 23 de abril de cada año), y cuando se les venga en gana... Y por supuesto, verano es "la" época del año en la que los que nunca tienen tiempo para leer hacen el esfuerzo y compran, al menos, un bestseller (nada contra ellos, pues suelen cumplir el objetivo mínimo de entretener), para abrirlo en la playa... y quedarse dormido a los pocos minutos... qué va, lo importante es que se lea algo. Parezco afiche publicitario, pero la causa es buena.

Mentiras.

“Mentira servida
El vino y pan de cada día
Mentira atrevida
Cordero de mi corazón
Amarga es la vida
Sabor a culpa y agonía
Mentira divina
No quiero mas mentirte
Amor...”
(“Mentira” - La Ley)

Contestando las 5 del viernes en un tema que para mí está plagado de relativismo... Sí, mentir es malo, pero curiosamente la admito, aunque no en los “grandes temas”, como parte de mi debilidad humana. Aunque... “en la boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”...

1) ¿Acostumbras a mentir?
A ver... mentir: “decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa” reza el Diccionario. ¿Quién no ha hecho eso alguna vez? Ahora, como costumbre, no. Cuando miento, suele ser para evitarme un mal rato, para salir del paso, y otras veces, por razones que entran al ámbito de mi lado oscuro.

2) ¿Te consideras una hipócrita?
No, me cuesta fingir o aparentar lo que no soy o no siento (otra vez, según el Diccionario). Prefiero el silencio o exponer claramente mi pensamiento, aunque eso pueda conllevar problemas.

3) ¿Has engañado o engañas a tu pareja?
No, cómo podría... me refiero a ser infiel. El término engaño como que está cargado en ese sentido. Reconozco que he omitido cosas, y a veces ese omitir o postergar es pero, porque parece que uno sacara “los trapitos al sol” en los momentos menos indicados, como cuando se molesta con el otro.

4)¿A quien no engañarías nunca?
Con todo lo relativa que es esta palabra... precisamente a mi pareja.

5) ¿Soportas las mentiras?
“Ojos que no ven”... pero cuando uno se entera, se pudre todo, siempre habrá un germen de desconfianza. Las mentirillas blancas, pasan igual en todo caso. Errar es humano.

Desafinando.

Me siento dando mal el tono, algo no cuaja, algo no pega ni cuadra...
Racionalmente sé exactamente qué tendría que estar haciendo, cuáles serían los pasos a seguir. Es sano respetar las emociones o lo que dice el corazón, pero creo que ya ha pasado tiempo más que suficiente.
El lado amable de estar así es que estoy absolutamente ajena al típico tráfago de fin de año, o sea, voy caminando en cámara lenta mientras todos corren como locos...
Y aquello de desafinar no se refiere al resto, sino a mí misma. He roto la armonía, y me está costando mucho recuperarla.
Ah, en medio de todo una buena noticia, pero sólo daré detalles cuando el momento de "salir al aire" esté más próximo.
Buen weekend, y cuidado con las piedrecillas en las piscinas...

Temas diversos.

DUELO CON LA BALANZA.
Yo sabía que tenía que hacer algo... no es que coma en cantidades industriales (aunque soy golosa, eso siempre ha sido así); el asunto es que soy super sedentaria y suelo usar la comida como “tranquilizante”, o para evadir algún problema del momento.
Comento esto pues “mi testimonio puede servir a otras personas”. Comienza un duelo en que la fuerza de voluntad será elemento central; tendré que inventármela, pues prácticamente carezco de ella. Como he dicho antes no es vanidad, tiene que ver con mi salud y autoestima. En el día a día es difícil percatarse del aumento de peso; las señales las dan cosas como el verte en una foto, el darte cuenta que la ropa no te queda, el cansarte con esfuerzos mínimos... y los datos que arroja la balanza, por supuesto, tanto o más delatora que el espejo.
Doy inicio a la batalla, esta vez de verdad.

DECEPCION.
Sí, esperaba algo más contundente de la declaración de la Corte Suprema, pero... prácticamente se lavaron las manos. El abogado Carlos Peña ha estado escribiendo en su columna del cuerpo de Reportajes de El Mercurio sobre el tema desde hace varios domingos... este último se centró en la mencionada declaración. Cito:
“...la dignidad del poder judicial ha sido dañada. No porque la Corte Suprema se niegue a reconocer culpas. Tampoco porque descrea del Informe Valech. Ha sido dañada porque toda su dignidad, la de antes y la de ahora, descansa sobre esos deberes que entonces incumplió y que esa declaración se niega siquiera a mencionar (...) ¿Habrá que enseñar (...) que los jueces están excusados de cumplir sus deberes cuando las circunstancias, a la luz de la experiencia universal que menciona la Corte, así lo aconseje?”

INSOMNIO.
Anoche estuve desvelada... otra vez. No fue fructífero en términos de escritura o estudio, no surgió ninguna gran idea de mi cabezota, pero al menos se me ocurrieron varios temas que tratar en este blog, y tracé un plan de gastos respecto al cheque que por fin veré este mes.
También escuché un programa radial de trasnoche, que antes eran más comunes. Vaya que acompaña la radio. Era de la Radio Chilena, de una a siete de la mañana de lunes a domingo, “para los que trabajan, para los que están solitos, para los desvelados, o para los que simplemente no quieren dormir”, decía el locutor, que luego leyó un extenso mail de un auditor que relataba sus amoríos virtuales, y comentó otro mail de una chilena que escuchaba el programa on line desde Canadá. Gracias a la profunda voz del locutor pude quedarme dormida... como a las 5 de la mañana...

Juventud, divino tesoro.

Contesto las cinco del viernes, una selección de diez preguntas propuestas sobre la esencia de una etapa hermosa, confusa, de crecimiento, en fin... aquí van:

1) ¿Cuánto hace que no sueñas con descubrir un tesoro?
Ese sueño sigue latente en mí...

2) ¿De dónde has sacado el miedo a que todo cambie?
A ver, si se refiere al aferrarse a lo conocido, lamento decir que es un rasgo que tengo de niña, pero si se trata de cambios en general: que cambie algo para mejor, a nivel de “grandes ideas”, pues sí, no tengo mayores problemas (siento si no queda claro... yo misma tampoco me entiendo a veces...)

3) ¿Cuándo te volviste árbol y echaste raíces?
Relacionado con lo anterior, me gusta estar rodeada de ambientes y personas familiares, aunque cuando se trata de personas sí me gustaría conocer más... ahora, sueño con echar raíces en un lugar propio... tarea para el 2005.

4)¿Cuándo dejaste de cantar por la calle, y de saltar en los charcos, y de correr, y de fumar a escondidas y de planear esas escapadas?
Uf, cuando el temor al ridículo sobrepasó en la balanza al impulso de dejarse llevar... pero cuando me dejo llevar lo paso rebien. Ah, pero fumar, jamás.

5) ¿Cuándo empezaste a preferir el hotel al cielo raso?
Siempre he sido cómoda... el $ no da para hotel, para eso están las casas de parientes o amigos, o un hospedaje. Ahora que contesto esta pregunta, me entró la añoranza por hacer camping bajo las estrellas...

6) ¿Dónde has dejado la rabia por las injusticias? ¿Cuánto hace que no miras si tu desodorante protege la capa de ozono?
No la he dejado en ninguna parte, la llevo conmigo a diario... aunque un escritor decía que ese tipo de rabia es mejor convertirla en algo positivo. Por ejemplo: “¡ah, qué rabia esta gente que no se preocupa de cuidar el planeta!” ... pues yo entonces lo cuido a través de acciones mínimas, pero significativas... con esto respondo también la segunda pregunta.

7) ¿Cuánto hace que pronuncias la frase: no se puede hacer nada? ¿Dónde la aprendiste?
En el cole, en la Media (secundaria), y me carga que a veces efectivamente sea así... o te rebeles y no consigas nada...

8) ¿Cuándo te hiciste amiga de las normas, los reglamentos?
Creo que son necesarios, siempre y cuando no lleguen a asfixiarnos. Ah, la respuesta, de chica también: creo que soy un alma vieja... uf.

Quiero mi barrio.

Quiero mi barrio.

El 6 de diciembre asumieron los nuevos alcaldes y concejales, o se mantuvieron los reelectos (ehh... obvio). En mi comuna, el alcalde continúa por otro período, pero la elección fue más estrecha de lo que él mismo suponía.

Yo voté por él la primera vez, se veía un tipo entusiasta y con buenas ideas. ¿Desilusiones?: poca preocupación por la cultura y el medio ambiente, rumores de mala (no desastrosa, pero sí mala) administración, apoyo de privados en muchas propuestas (lo cual “ata” en cierto sentido, creo yo), demora al concretar proyectos, “alcalde-polilla” o “mediático”... lo de mediático no está mal, pero se convirtió en un “pierdeteuna”, y a mí los “centros de mesa” nunca me han caído muy bien...

Las primeras mayorías de los concejales fueron de la derecha, al igual que el alcalde, una mujer y un hombre jóvenes y guapos (casi parecían guiñándole el ojo a uno desde sus afiches), o sea, se adivina poca fiscalización al alcalde...

Yo quiero a mi barrio, como era el slogan de la DC, vivo en La Florida hace 20 años, he visto cómo ha cambiado, las áreas verdes disminuidas en aras del progreso, un programa de reciclaje truncado, fines de semana culturales más bien “chantas”, colegios que han tardado en implementar jornada completa, y calidad educativa que podría ser mucho mejor, una biblioteca mejorada, pero pequeña en relación a la cantidad de habitantes de la comuna, en fin... y me molesta no ver una gestión eficiente.

Ahora estaré mucho más atenta a cómo se realizan las cosas, y si no me gustan... capaz que me postule a concejal por lo menos (ja... o, ¿por qué no?).

P.S.

P.S.

Otra razón para estar molesta con mi alcalde: no se preocupa por contar con una página web como la gente y debidamente actualizada; al contrario, tenemos esto, que no es para estar orgullosos, es de utilidad relativa y cuenta con información deficiente.
Me gustaría leer la opinión de diseñadores, periodistas, expertos en multimedia y público en general que pase por aquí acerca de la web que tenemos los floridanos.