Una gran batalla.
Hay pequeñas y grandes batallas; no me refiero a conflictos bélicos, sino a luchas en pos de un objetivo, grande o pequeño, que involucra a muchas, a pocas personas, a un logro concreto, o simplemente a una persona: uno mismo.
Como no escribo poemas ni comento noticias, en fin, como éste no es un blog temático, expongo lo que se me va ocurriendo... y por ahí asoman, sin querer, cosas personales. Puedo no ser tan transparente como otros bloggers, pero sí, asoman esas cosas.
Hace días, aunque bien podría decir hace años, libro una batalla muy dura, que parece casi perdida. El enemigo no está claramente identificado, lo cual le agrega un grado importante de dificultad. Tiene que ver con algunos defectos míos, que no he logrado mantener a raya.
Algo que puedo decir aquí es que uno de esos defectos es decir: "a partir de ahora, haré tal cosa"; y ese objetivo o meta queda ahí, formulado y muerto en la tierra de los buenos propósitos.
¿Desaliento? sí, claramente. Pero como bien decía en el post anterior, aún estoy viva, y tengo que recordarlo, o perder la batalla.
Este es mi último post en blogia. A partir de la próxima semana, retomo Letras Pinceladas 2.0 (casi tres meses desde que lo dejé tirado, muestra de mi descuido).